Sísifo, vigente y creciente en nuestro mundo

 Cultura viva


Sísifo, vigente y creciente

en nuestro mundo

Por Lincoln López

Los textos clásicos tienen una cualidad que es su vigencia. A

pesar del esfuerzo insano llevado a efecto en distintas épocas de

expulsarlos como herramienta importante para la formación del

conocimiento integral en las nuevas generaciones, como está

ocurriendo de manera aviesa con estos y otras disciplinas.

Me refiero específicamente en la cultura occidental, al conjunto

de obras de la literatura clásica griega, desde los atribuidos a Homero

en el siglo VIII antes de Cristo hasta Roma. En esa literatura clásica

hay continuas referencias de dioses, héroes, figuras

mitológicas…Una de las más representativas de ellas es: Sísifo.

Sísifo, fundador de Corinto, sigue estando presente en nuestros

días. “De él se dice que fue uno de los hombres más astutos”…listos.

Ambicionaba tanto el dinero que, para conseguirlo, recurría a

cualquier forma de engaño… (comparo esas dos cualidades: astucia

y ambición por el dinero, con la “viveza criolla”).

En consecuencia, fue condenado por los dioses a un castigo

ejemplar: “a empujar perpetuamente una enorme roca por la ladera de

una montaña empinada para, una vez en la cima, que la gran roca

cayera hacia el valle. Sísifo debía volver a subirla y así

indefinidamente”.

A lo largo del tiempo, esto ha sido interpretado en distintas

disciplinas y adquiriendo distintos significados. El poeta y filósofo

romano Lucrecio, sobre la lucha por el poder: “La piedra que rueda

este personaje mitológico es por el poder que quieren alcanzar los

políticos”. Un ensayo filosófico escrito por Albert Camus…Un poema

sobre Sísifo “visto como un héroe”, escrito por Charles Baudelaire…


Mi versión sobre el símbolismo de Sísifo Io relaciono con las

sociedades de escaso nivel cultural, que pretenden vanamente

alcanzar el desarrollo solamente con astucia y ambición, dando la

espalda a la cultura. Además, con una educación trunca que lleva a la

frustración manifestándose en violencia, inseguridad, avaricia,

emigración, corrupción…

Una sociedad así está condenada por a no salir del

subdesarrollo por la inconsistencia de subir y a bajar siempre, por el

peso de la piedra de la ignorancia…Cada vez que está cerca de la

cima del desarrollo, cae de nuevo porque le faltó cultura.



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